Durante la última campaña de control del transporte escolar, la Guardia Civil de Tráfico llevó a cabo un total de 2.799 inspecciones, resultando en la emisión de 1.781 denuncias dirigidas a 1.014 vehículos o a sus respectivos conductores.

Las irregularidades administrativas fueron las más comunes, destacando la falta de autorización para realizar este tipo de transporte, con un total de 629 denuncias, seguida por la ausencia de un seguro de responsabilidad ilimitada, con 330 casos reportados.

Además, se identificaron otras infracciones significativas. Por ejemplo, se detectó que en 12 de los vehículos equipados con sistemas de retención infantil, estos no estaban siendo utilizados adecuadamente debido a diversas anomalías en su funcionamiento.

En cuanto al consumo de sustancias, ninguno de los conductores controlados dio positivo por exceso de alcohol, sin embargo, seis de ellos fueron detectados con presencia de otras drogas. Asimismo, se registraron 22 denuncias por exceso de velocidad y 26 por violar los límites de tiempo de conducción o descanso.

Las denuncias por la ausencia de una persona responsable del cuidado de los menores a bordo del autocar alcanzaron un total de 36. En 15 casos, los vehículos inspeccionados no contaban con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) vigente, mientras que 59 presentaban deficiencias en las puertas de servicio y en las salidas de emergencia.