El año 202 terminó con 1.145 fallecidos en vías interurbanas en España, que son 44 más que el año de referencia (2019). Mientras que el número de heridos graves fue de 4.008, es decir, 425 menos que en 2019.

Es destacable también que el 73% de las personas que fallecieron en una vía interurbana lo hicieron en una carretera convencional y que uno de cada cuatro fallecidos en turismo o furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Es por esto que CNAE concluye que la guerra contra la siniestralidad vial se está perdiendo y que es fundamental como método para ganarla mejorar la formación de los conductores.

Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, afirma que hay que preparar a los alumnos de las autoescuelas aumentando su concienciación sobre los factores de riesgo y que la DGT debería incorporar a la enseñanza de la conducción unos módulos de concienciación.

Además, Lorca recalca la necesidad de saber circular por las carreteras convencionales, debido al peligro de estas, y señala que en muchas ciudades los alumnos de las autoescuelas no realizan prácticas por estas vías ya que no se les pedirá en el examen que lo hagan, por lo que tráfico debería exigir a los aspirantes a conductores un número mínimo de kilómetros de circulación por carreteras convencionales.