El pasado mes de octubre la Fiscalía de Seguridad Vial presentó la Guía de Buenas prácticas para atender inmediatamente a las víctimas de los siniestros viales que requieran hospitalización.

La creación de esta Guía nace para conseguir dos objetivos: En primer lugar para atender con celeridad máxima a los heridos graves, con lo cual aumentan las probabilidades de que sobrevivan o se atenúen los efectos de sus lesiones. Y en segundo lugar para proteger los derechos de los damnificados desde el primer momento.

En la elaboración de la Guía han colaborado distintas Administraciones, asociaciones de víctimas, colegios profesionales, servicios sanitarios de emergencias y policías de tráfico.

El texto detalla cómo debe ser la actuación de los servicios de auxilio para garantizar la atención médica y el rescate de las víctimas. Por ejemplo, el modo seguro de estacionar el vehículo de emergencias y el servicio dominante en cada momento, al que los demás deberán prestar apoyo. Conviene tener en cuenta que, cuando hay heridos graves, la policía judicial es el servicio dominante, por lo cual se procurará no alterar la escena en el lugar de los hechos, hasta que no llegue la comisión judicial, sin demora ni perjuicio, claro está, de la asistencia sanitaria.

Luis del Río, fiscal coordinador de la Unidad de Seguridad Vial de la Fiscalía General del Estado, que presentó el documento, señaló que «se trata de dar un salto de calidad en la coordinación de los diferentes servicios que intervienen tras un siniestro vial».

Acudieron al acto el director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez; la directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Estíbaliz Olabarri; la subdirectora de Seguridad Vial de la Generalitat de Cataluña, Anna Pintó, y el director del Servicio de Desarrollo de Políticas de Seguridad de la Comunidad Foral de Navarra, Francisco Javier Ojer.