Siete de cada diez muertes por accidente de tráfico suceden en carreteras secundarias, es decir, en vías interurbanas con un único carril por sentido y sin separación entre ellos.

Es por este motivo por lo que la Confederación Nacional de Autoescuelas sugiere reforzar la preparación de los futuros conductores.

La DGT ha publicado sus recetas para que disminuya el número de accidentes de tráfico graves en este tipo de carreteras: señales con sensores en los cruces, pinturas de otro color en trozos de la calzada, mayor anchura de la mediana separadora de los carriles, dispositivos salvacuneta y guías sonoras.

Y, aunque CNAE no duda de la eficacia de estas medidas, echa de menos una mención a la formación vial, ya que hay localidades en las que no se puede realizar el examen práctico de conducir por carreteras secundarias y por eso directamente no practican en este tipo de vías.

CNAE ya ha presentado a la Administración una propuesta para que los alumnos de las autoescuelas reciban una formación obligatoria por las carreteras convencionales en los lugares donde resulte difícil acceder a las carreteras secundarias en la prueba de circulación.